¿Estás teniendo serios problemas al trabajar con la iluminación del dormitorio? No es de extrañar, dado que es un espacio difícil de trabajar. No obstante, te vamos a dar una serie de consejos para que sepas que tipo de iluminación debe tener tu dormitorio, y como sacarle el máximo partido.
¿Qué vida haces en el dormitorio?
Lo primero que debes preguntarte al pensar en cómo vas a trabajar con la iluminación del dormitorio es: ¿qué tipo de vida haces en él? Porque si solo lo usas para dormir, te interesará una iluminación más sencilla e indirecta. En cambio, si es un espacio en el que lees, realizar pequeños trabajos y es tu espacio de ocio, es mejor una iluminación más directa.
La lámpara del techo
En tu dormitorio necesitarás una lámpara de techo que ilumine la estancia por completo cuando caiga la noche. Luego ya podrás preocuparte por el resto de lámparas de sobremesa que iluminarán una parte en concreto de la habitación.
Pero, ¿qué tipo de lámpara elegir? Pues depende del tipo de decoración. Si tienes un dormitorio moderno, ¿no necesitarás una lámpara de techo moderna? Si es vintage, pues una vintage, si es industrial, pues una industrial… aquí hay poco que te podamos decir, ¿no?
Ahora bien, en el caso de que la habitación sea muy grande, igual te interesa que la iluminación del dormitorio de matrimonio tenga lámparas independientes para cada zona, o bien unos focos empotrados en el techo, para iluminar cada zona. Sería lo más adecuado, ¿no te parece?
La iluminación en la zona de la cama
En la zona de la cama hay dos formas de iluminar la zona cuando estás tumbado: con una lámpara de sobremesa o con lámparas colgadas del cabecero de la cama.
¿Cuál es la mejor opción? Puedes depender de lo que suelas hacer a la hora de meterte en la cama. Si simplemente necesitas un poco de luz para terminar de prepararte para irte a dormir, o arreglarte por las mañanas, entonces una lámpara de sobremesa. Encendiendo esa luz, no molestas a la persona que tienes al lado.
Ahora bien, ¿qué eres una persona que le encanta leer por las noches? ¿Te gusta ponerte la televisión en tu cuarto? En ese caso, unas lámparas colgadas del cabecero. Puedes ponerlas que se puedan mover a tu gusto. Así, cuando veas la televisión, giras la lámpara para que apunte al techo. ¿Cuándo quieras leer? La apuntas hacía ti.
En una zona de trabajo
¿Has tenido que montar una pequeña zona de trabajo porque no había otro lugar en toda la casa? Pues vas a necesitar una buena iluminación en esta zona del dormitorio.
Pon una lámpara de sobremesa, para que cuando sea de noche no tengas que forzar la vista con la luz del techo. Igual estás pensando en que podrías poner una luz justo encima de la zona de la mesa. Sería una opción, pero, ¿sabes cuál es el problema? Que, si tienes que inclinarte para escribir o leer, tu cuerpo la tapará, y forzarás la vista.
Si no te gustan mucho las lámparas de escritorio, entonces podrías poner una lámpara de pie justo al lado del escritorio. Con un brazo que se pueda girar y una mampara que puedas colocar al nivel que mejor te parezca. ¡Así no tendrás problemas para hacer tu trabajo por la noche!